El dog y la bike.

Aunque no logro ubicar con certeza el año en que esto ocurrió, tampoco es tan importante saber la fecha exacta, lo relevante es que una mañana mientras me dirigía al trabajo en bicicleta unos perros salieron al paso y me tiraron al suelo y que sucedió en enero de 2007 o en enero de 2008.

Hacía un par de meses que había comenzado a pedalear al trabajo dos o tres veces por semana. Recuerdo que era la primer mañana de ese año que debía reportarme a la oficina; salí temprano de casa, recorrí casi todo el camino sin contratiempo, mas al pasar por la calle frente a donde inicia el cerco de la panaderia —faltando unos 50 metros para llegar a mi destino— aparecieron entre los matorrales del lote vacante que está a espaldas de la fábrica tres perros ‘encarrerados’; imaginé que si pedaleaba más rápido podría yo dejarlos atrás y reírme de ellos luego, después de todo «las ruedas son más eficientes que las piernas»… —no sucedió—.

Aceleré el paso y los canes interpretaron que era una invitación a algun juego de caza, así que comenzaron a perseguirme, unos metros adelante el perro más grande se emparejó primero, se adelantó luego y se atravesó después.

—El tiempo aceleró rapidísimo—.

Miré la rueda tocar al perro —o al perro tocar la rueda—.

Sentí una sacudida.

Perdí el equilibrio.

Me dí cuenta que iba a caer.

Escuché al perro aullar.

—Luego el tiempo pareció ir lentísimo; tuve chance de pensar en el sentido de la vida, el universo y todo lo demás: 42—.

Pensé en pleno vuelo que mejor sería ponerme de pie ‘como de rayo’.

Pensé que si me quedaba tumbado los perros me atacarían.

Miré la calle mojada por la lluvia de la noche anterior; los charcos tenían el agua clara en el centro, el lodo acentado en el fondo y arena lavada en las orillas.

Miré lombrices aprovechando la humedad para trasladarse antes que el sol las deshidrate —¿será buen negocio cultivarlas para producir fertilizante orgánico?—.

Escuché el ruido de la bicicleta chocar contra el pavimento —¡CRASH! Así suenan los choques en California—.

Salté del suelo tan pronto como pude después de completar la caída: —«en guardia bellacos; os enviaré al mar, bacalaos» y otras frases piratas, volumen uno—.

Miré al perro rodar e incorporarse a toda prisa —¿habrá pensado lo mismo que yo?—.

Miré la improvisada jauría cruzar la calle corriendo y alejarse rumbo al campo de golf —tengan miedo, tengan mucho miedo—.

—El universo reanudó su tiempo normal—.

Observé a un lado y al otro; nadie me vio ni escuchó nada, aunque todo ocurrió prácticamente frente a la ventana de mi oficina —bueno, al menos el orgullo está a salvo; nada que sonrojar—.

Sacudí mis ropas.

Revisé mis manos y rodillas.

Inspeccioné la bicicleta.

Busqué mi celular —un flamante iPhone 4—.

Marqué —riiing—.

— Hola, sí, tuve un acciente, estoy bien, llego como en una hora…

Colgué.

Regresé a casa.

Revisé todo de nuevo: bicicleta abollada, zapatos maltratados, pantalon adherido a la piel de mi pierna con sangre seca, rodillas raspadas, pies adoloridos, manos enrojecidas, traía yo lodo y arena hasta en las orejas —literal—.

Tomé una ducha. Desinfecté mis heridas. Mudé mis ropas. Llegué una hora después a la oficina —esta vez ya mejor en automóvil, sí, más vale—.

Aprendí un par de cosas útiles: que los canes son más rápidos que los ciclistas principiantes y que el relato de ‘el dog y la bike’ hace felices a las personas —algunas hasta lloran entre risas—. 🤣🤣🤣

3 comentarios en «El dog y la bike.»

  1. David

    Jajajajajajajajajajaja buena esa historia primo, no me río de lo sucedido pues en su momento son duda fue traumante, sino su dosis de humor al narrar y expresar cada línea …. Jajaja en moto también viví varias experiencias parecidas, pero lo bueno nunca zucumbi ante las fuerzas gravitatorias por culpa de un Can-hijo de alguien….

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    1. Janeth

      🤣 🤣 🤣 ..Capítulo 3..
      Zapatos pelados.. y personal de oficina de seguridad que no se le pasa “NADA”… no importa cuánto tiempo pase.. ese día no lo olvidare..
      Mi parte favorita:
      —¡CRASH! Así suenan los choques en California—.
      🤣 OMG I can’t stop laughing..

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