Cinco cosas que nadie te dijo.

Tal vez porque el año comenzó, o porque querías bajar de peso, o porque alguien te invitó, o porque tu salud te dio un aviso, o porque alguien te gustó, o tal vez ya no lo recuerdas… Sea la razón que sea por la que comenzaste en esto de ‘los ciclismos’ a nivel recreativo (o sea de fin de semana), un día reflexionas y caes en cuenta que hay situaciones de las que nadie te advirtió, así que:

Estas son las cinco cosas que [tal vez] nadie te dijo cuando comenzabas en el ciclismo recreativo.

1. Todo aprieta.La ropa de ciclista es ajustada; se ciñe por todos lados sin dañar nada, comprime en las piernas, se entalla en abdomen, se expande en los glúteos y… sí, también se ajusta ahí donde te platiqué; de hecho el traje de ciclista te aplasta tanto las pelotas que después de cuatro, seis u ocho horas de pedalear casi parecen desaparecer. Nada de qué preocuparse, todo volverá a la normalidad cuando te cambies y descanses, disfruta. A algunos les causa presión mental la idea de usar shorts de lycra (me sucedió, ya lo superé); no temas el atuendo es así por eficiencia y funcionalidad, cuando lo pruebes lo vas a entender y a querer. Si pedaleas en invierno aprieta el frío, en verano aprieta el calor. Si pedaleas en solitario aprieta el viento en contra. Si vas en pelotón aprieta el paso el puntero y no te quieres quedar. Si es evento o carrera aprieta el paso el que viene detrás para adelantar. Y aprietas tú tu ritmo de pedalear en los últimos metros antes de llegar a la meta. ¡Ajusta casco y zapatillas, a rodar!

2. Todo duele.Cuando por fin pasas de sedentario a ciclista principiante, aclararte es mi deber, todo te va a doler. ¡Todo, dije! ¿No pensarías que tan fácil la ibas a tener? Te dolerá el trasero por la compresión de los isquiones con el sillín; es común sentir malestar por unas horas después de entrenar durante las primeras semanas. Te dolerán las piernas después de pedalear. Al principio serán un dolor cuasi-incapacitante y una sensación de ardor infernal que estarán contigo durante días, no querrás ni moverte; conforme sigas entrenando este dolor irá disminuyendo de días a horas a nada. Aprenderás palabras como ‘ácido láctico’: incluye curso intensivo práctico de fisiología 😉 . Vas a sentir calambres: te lo prometo, eso duele mucho. Aprende a conocer las señales y los remedios. Te vas a caer: garantizado. El ciclismo es ya de por sí un poquitín peligrosillo; no hagas idioteces que nos pongan en riesgo. Después de una caída levántate, asegúrate de estar bien y continua si y solo si es seguro. Te vas a rozar, o tal vez no. Si notas fricción, irritación o rozadura en alguna parte, sé diligente en prevenir y remediar; más vale lubricar que suturar. Un poco de incomodidad en cuello, espalda, hombros y muñecas puede ser normal durante las primeras semanas pero también puede ser señal de mala postura o lesión. Siempre atento a los avisos de tu cuerpo; no es igual el dolor de fatiga que el de herida. NOTA: birulaplanet.com no da consejos médicos, en caso de duda por favor consulta a un profesional de la salud.

3. Todo es bicicleta.Es casi como si te enamoraras de nuevo; hablas de ciclismo, ciclistas y bicicletas con todo mundo hasta el punto de que te miren con ojos de «¿y este loco qué?». Te vuelves cuasi-experto en bicicletas, componentes, llantas, zapatillas, atuendos, mecánica, carreras, competencias… bueno, hasta repasas la historia del ciclismo. Te conviertes en perito en administración de tiempo, adaptas tus horarios para entrenar y acomodas tu agenda al rededor de los eventos. También agregas recordatorios al calendario, ¡como si los necesitaras! Si cuentas las horas para estar con ella. La juegas de investigador, buscando eventos dónde participar o carreras qué observar. Aprendes a ser diligente con tus finanzas: ahorras para comprar otra bicicleta (sí, otra ¿qué tiene de malo?), accesorios y equipamiento. Te alejas de los excesos de alcohol y comida chatarra porque «es que me baja el ritmo en la bici». Aunque eso solo aplica antes del evento, ya después es otra historia: «más cheve y más tacos». Bueno, hasta nombre le pusiste a la bicicleta. Llegados a este punto es seguro que la fiebre te contagió sin remedio. Felicidades y bienvenido.

4. Todo cambia.Los amigos, en realidad los buenos amigos no cambian ni los cambias por otros, solo agregas más. Tu salud y estado físico son mejores que antes de empezar en esto de ‘los ciclismos’, ya no jadeas moribundo, bajaste un par de kilos y la presión arterial y el colesterol; sin darte cuenta tu cerebro ha desarrollado una gran habilidad para mantener el equilibrio y hasta piensas con más claridad. Tus pláticas son diferentes, ahora además hablas del futuro y de los nuevas metas que deseas conquistar. Tus piernas nunca volverán a ser las mismas, se están formando y torneando, eso te agrada, hasta parecen atraer algunas miradas furtivas –ya, tampoco exageres, sí están mejor que antes pero no es para tanto, tú sigue entrenando, ‘bamos vien’–. Cambias tú, sea que tienes un mes o un año rodando –asúmelo, ya no eres el mismo– respiras mejor, caminas mejor, duermes mejor, te sientes mejor y luces mejor. Ahora disfrutas más, incluso buscas los puertos de montaña para ver el paisaje y la frase «100 kilómetros» te provoca una sonrisa. Tu forma de ver la vida ya es diferente, has conocido personas y lugares nuevos y te has conocido tú. Algunos miedos los dejaste atrás cuando no pudieron pedalear contigo.

5. Todo es posible.Ahora sabes que con esfuerzo enfocado, constancia y disciplina puedes lograr lo que te propongas.*Quieres tener una, dos, tres, catorce bicicletas: una de ruta, una cyclocross, una de montaña, una fat, una urbana, una tandem y una turismo. Tus deseos de querer llegar en primer lugar en cuanto evento y carrera participas no se han ido, tal vez nunca se vayan. Sueñas con participar en ‘Le Tour de France’ o con dar la vuelta al mundo. Queda claro que ambos son retos enormes aunque humanamente posibles y tal vez te digas a ti mismo «debí comenzar diez años antes». No podemos hacer nada para cambiar el pasado solo podemos aprender de él, en tanto que el futuro sea para descubrir tus capacidades, cultivar tus talentos y retar tus límites. Aunque no ganes ‘Le Tour’ definitivamente ya no eres igual, te has superado a a ti mismo.¿Y sabes qué? ¡Ha valido la pena!

* Siempre y cuando lo que te propongas no quebrante las leyes de la física, que te propongas cosas que puedes lograr, que no quieras lograrlo todo al mismo tiempo pues elegir un camino es renunciar a otro y que dediques recursos objetivos, tangibles y mensurables a la materialización de tu propósito. Aplican otras restricciones.

Posdata: OK, tal vez ‘Le Tour’ ya no se pudo, aún nos queda la vuelta al mundo en bicicleta. ¡Vámonos! 😉

8 comentarios en «Cinco cosas que nadie te dijo.»

  1. Luis Miguel Gonzalez Riego

    Después de quince meses de bici(s) lo comparto todo emocionado.Es maravilloso!! Viva todos los que participais de esta loca pasión!!

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  2. Luis Miguel Gonzalez Riego

    Después de quince meses de bici(s) lo comparto todo emocionado.Es maravilloso!! Viva todos los que participais de esta loca pasión!!

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