Te vas a morir.

… todos moriremos algún día, eso es seguro.No sabemos dónde y no sabemos cuándo pero tal vez podemos influir un poco en el cómo.

La muerte te acompaña a todo lugar, te observa a cada momento con una paciencia que da escalofríos y toma mil formas.En la ciudad respiramos gases venenosos, en el campo hay animales peligrosos. Si caminas o corres por la calle un auto podría llevarte al otro mundo. Si vas a la montaña al caer de las alturas y en el mar los calambres al nadar. Si sales a pedalear los peligros son atropellamiento, caída y colisión. Al escalar un puerto de montaña podría fallar el corazón y en la bajada fallar los frenos sin razón. Es verdad, la velocidad mata pero la inmovilidad también lo hace, si te quedas media vida en la ‘seguridad de tu sofá’ tal vez ella venga por ti en forma de diabetes o enfermedad cardíaca. En el hogar te acechan el gas, la electricidad y el resbaloso jabón en la bañera. De cualquier modo morirás; todos moriremos un día… pero los otros días no… los otros días ¡a vivir!

Camina o corre o nada o pedalea –o todo–, que le cueste alcanzarte. Viaja o emprende tu pasión o ríe a carcajadas –o todo–, que le cueste acorralarte. Mejor, que tengas buena historia que contarle y sonrisa y mirada sin temor.

Mientras llega el día, poco a poco y sin rendirte, pedalea diez kilómetros primero, cien después, luego mil y otros mil, sube ese puerto de montaña, cien metros de ascenso y otros cien, luego disfruta del bajar. Viaja lejos y cuando regreses vete otra vez, a otro país –a otros países– de Alaska a Patagonia, de Portugal a Turquía, de Marruecos a Sudáfrica a Etiopía, luego Rusia, India, China y Oceanía. Si no lo haces tú, nadie lo hará por ti, nadie puede, tienes que hacerlo tú. Dale, vete en bicicleta. Sí, en bicicleta. ¡Claro que se puede! Vete, ni el primero ni el último serás. Te parece que es una locura, pues claro que lo es, mas más locura es el mundo no conocer. No temas, visitarás miles de lugares interesantes, encontrarás a muchas personas buenas –el mundo está lleno de ellas–, comerás cientos de platillos diferentes y beberás licores efervescentes. Quienes lo han hecho dicen que valió la pena; lo llaman ‘tu sueño perseguir’.

Y cuando el día llegue, tú ya habrás vivido.¿Y lo viajado quién te lo quitará? 😉

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